sábado, 22 de diciembre de 2012

¿De Papa Noel o de Reyes? Afortunado tú si puedes elegir


Recuerdo que en las navidades de mi niñez yo no entendía por qué se mezclaban los anuncios de los Reyes Magos diciendo que si habías sido bueno te traerían del Corte Ingles todo lo que quisieras mientras que en otros te pedían dinero para que los Reyes no dejaran sin regalo a los niños “del África”.
Yo me pasaba todas las navidades intentando descubrir si es que el dinero de los juguetes de los niños del mundo se financiaba con dinero común y no había para todos (como pasa con todo lo común)…O es que el mundo era tan grande que hasta sus Majestades de Oriente aún siendo mágicos no sabían dónde quedaba África. ¿Cómo no iban a saberlo?
Luego tampoco entendía por qué se olvidaban de entrar siempre en las casas de los mismos: en las de los pobres y en las de los países menos desarrollados. ¿…………?
Y tampoco me entraba en la cabeza como en una noche les daba tiempo a ir a todas y cada una de las casas y a la vez dejar regalos, comer rosquillas y beber anís. (Por eso no llegaban a África, era evidente)
De lo único que estaba segura era de que entraban por Francia y luego se dividían en tres grupos para repartir los juguetes geográficamente de arriba abajo del siguiente modo: Gaspar la España de la derecha, Melchor la España del centro y Baltasar la España de la izquierda. Luego se encontraban en Algeciras y pasaban a Ceuta en ferry pero para entonces ya iban tan pimplaos con el anís que les daba igual ir pá África que volver pá Cuenca.
Esta idea del anís era la que más me convencía porque cuadraba perfectamente: las casas en las que había muchos regalos era porque se habían confundido y habían dejado los juguetes que no habían dejado en otras (que eran, insisto, las de los pobres)
También me parecía un trabajo enorme aquello de tener que leer todas las cartas y luego clasificar todos los juguetes de todos los niños del mundo según continentes, países, ciudades, pueblos, calles, casas, portales,  pisos y destinatarios…por eso siempre les perdonaba el que nunca me trajeran nada de lo que pedía. 

En fin, luego crecí, lo entendí y válgame Dios que me sentí más aliviada cuando todo tuvo coherencia. Pero entonces dejé de estar confundida para estar triste. Era menos doloroso que la culpa del caos juguetero la tuviera el anís y no que la tuviéramos nosotros mismos y nuestro eterno ansia del tener y el poseer y el ser más que el vecino…
Ahora que ya soy mayor y entiendo (aunque no comparto) por qué era necesario para el consumo que Papa Noel también se cruzara en nuestras vidas y conviviera con sus Majestades los Reyes,  me gustaría escribir en mi carta un solo deseo: Ojala este año todos los niños pudieran jugar con algo…y si fuera con juguetes mejor.
De antemano sé que mi petición no se va a cumplir. De antemano sé que muchos muchos niños no van a tener juguetes ni en Papa Noel ni en Reyes ni en nada. A no ser que los que podamos hagamos un acto (no de solidaridad sino de responsabilidad) y de los juguetes que compremos, uno vaya a parar a la casa de alguien que lo necesite más. Es tan fácil como no atiborrar a nuestros niños con cientos de juguetes (que acaban por no valorar) o no comprar el juguete más caro y más sofisticado que encontremos en el mercado (que igualmente acaban por no valorar). Esto de la compra responsable de juguetes daría para otro post (pero esto ya para otro día, que hoy el tema es otro).

Dicen los señores de la Confederación de Consumidores y Usuarios en su encuesta anual  que
“La compra de juguetes y la celebración de comidas familiares son los dos aspectos del consumo navideño que mejor parecen resistir la disminución de los presupuestos de los hogares para esta Navidad en la que, tres de cada cuatro españoles, gastará menos por la crisis”.
Y digo yo que si nos vamos a seguir gastando casi el mismo dinero en juguetes ¿por qué no hacemos un acto solidario y en este año tan duro compartimos con los demás algo de lo nuestro?
Para ponérselo a todo el mundo más fácil, mi escoba y yo hemos buscado lugares donde poder donar juguetes y hemos encontrado una página muy interesante que ofrece mucha información. Yo desde mi humilde blog te animo a que si puedes, tengas un pensamiento solidario y después hagas un acto responsable.
En fin, ha llegado la hora de despedirme no sin antes aprovechar la ocasión para desearos una feliz sociedad, que también acaba en  “dad”· como Navidad, pero no es lo mismo.
Ah!! os dejo también un vídeo muy chulo con un mensaje muy noble pero que de nuevo, promete lo que no puede cumplir...



domingo, 2 de diciembre de 2012

Las anchas espaldas de la crisis


                    
 “ ¡Gran oferta de liquidación los día dos y tres de diciembre porque ya no puedo más, la crisis me ha dejado sin nada!

Me  he arruinado

Prefiero vender almohadas  desde 3€  y bajar los sofás de  700€ a 400€ antes que seguir aquí perdiendo dinero.
Entre la crisis y estos políticos que son unos corruptos…he acabado en la ruina.
Si lo vendo todo,pagaré a mis trabajadores y cerraré mi negocio. Después, no sé qué será de mí.
Espero verte por aquí para que te lleves “casi regalado” lo que me queda de stock. Te espero.  
Firmado:
El jefe


La semana pasada me encontré en el  buzón un folleto que contenía la información que acabáis de leer y unas fotos muy parecidas.  Yo miraba el folleto una y otra vez y me invadía unas veces sensación de angustia, otras de rabia, otras de pena. No podía dejar de leerlo porque a veces me parecía que podía ser verdad y otras me parecía una tomadura de pelo. 
Así que para quedarme tranquila, me fui a la dirección que indicaba el folleto a ver, simplemente a ver...
Allí me planté y no encontré una tienda, encontré  una lonja- almacén llena de sofás y colchones y camas  y una oficina al fondo de la que salió un hombre a recibirme.

Debo reconocer que la imagen del hombre también me descuadró porque para nada parecía arruinado. Su ropa era de marca y lucia joyas en el cuello en la muñeca y en los dedos.

(De momento ni el folleto me había convencido, ni la tienda-almacén-lonja, ni el  hombre… )

Se acercó me estrechó fuerte la mano y me pregunto:
-          -¿Qué deseaba joven?

Yo saqué mi folleto del bolsillo, se lo enseñé y le pregunté:  
-         - ¿Esta publicidad es vuestra?

El se infló como un pavo, sonrió y me dijo muy solemne:
-          Efectivamente, esta publicidad es de esta tienda ¿estás  interesada en algo en especial?
           Si, contesté yo, en saber si es cierta.

-          El cambió el gesto… Si es cierta qué.  Me preguntó.
-     Si es cierto que estáis en la ruina y que vais a cerrar por la crisis y por la corrupción política. Le contesté.

-          El se quitó las gafas y me dijo: pues no es cierta pero ¿para eso vienes, para hablar del folleto?¿ pero tú quien eres?

-         Y yo cada vez más seria le dije: nadie, yo no soy nadie, sólo una ciudadana harta de que todo el mundo se aproveche de las circunstancias para arrimar el ascua a su sardina. Ya lo siento pero tu folleto me parece además de ofensivo hacia quien de verdad  si se está arruinando, de muy mal gusto. Creo que no todo vale y creo que estás utilizando el chantaje emocional para vender más.

-         El me miraba “enfadado no, lo de después” y no me decía nada. Al final dijo: mira guapa, en este país cada uno se busca la vida como puede y yo no voy a ser menos, pero como tú no eres nadie para que yo te dé explicaciones, si vienes a comprar pues compras y si no pues te largas que nadie tiene que venir a darme lecciones de moralidad a mi propia casa. Después se dio la media vuelta y allí me quedé con mi folleto en la mano, rodeada de sofás espantosos y con una mala leche y una sensación de imbécil que no me cabía en el cuerpo.

-      Joder que mal rollo. Salí de la tienda y me dije a mi misma: no eres Juana de arco así que esta es la última vez que te pones en ridículo de esta manera. Pero luego cambié de opinión y pensé que sí había sacado  cosas en claro de mi experiencia. Primero, que cada día me la pegan menos (o sea, que soy capaz de ser crítica) Segundo, que no me quedo indiferente ante las cosas que no me parecen justas o éticas (esto me gusta mucho de mi misma, ole yo)  y tercero que no me gustan nada los sofás esos que tienen uno de los asientos más  largos para que te tumbes ¡Dios que feos!

-         Resumiendo que me enrollo: creo que no se pueden utilizar las anchas espaldas de la crisis para cargarle todo lo que nos convenga. Es cierto que hay crisis pero la pobrecita no es la causante de absolutamente todo lo que pasa, no hombre no. La crisis tiene empaque suficiente para que ni la banalicemos ni nos aprovechemos de ella…que jodios somos (pone jodios, no judíos, no confundir) redios.
b    
      En fin, permitidme acabar este post con una pincelada de humor que pa´ tristezas ya tenemos el día a día...








miércoles, 14 de noviembre de 2012

Inmunizada


O era la radio o era el periódico o la tele con sus dos canales. Fin. Hace no muchos años no había tantas maneras de estar informados como hay hoy.

Hoy  me meto en Internet y encuentro todo lo que busco, las noticias me llegan al móvil, cojo mi mando y me paso horas haciendo zapping por los cientos de canales que tengo a mi disposición. Bueno a veces encuentro lo que busco y muchas otras veces llegan hasta mí cosas que ni busco ni me interesan, ni me convienen…

Hasta ahí bien. Pero me gustaría ir un poco más allá:

Ahora tenemos cientos de vías informativas que no olvidemos que son empresas y que necesitan mucho mucho “consumidor” de su “producto” para poder ganar dinerito.  Para que un medio sobreviva necesita muchos muchos lectores, oyentes, videntes, internautas…en definitiva, que llega la guerra de las audiencias ( o eso creo yo) y en esa guerra de audiencias también incluyo el cómo se nos muestran las noticias cotidianas.

Hoy estamos demasiado acostumbrados ver tantas escenas reales llenas de violencia y crudeza que llega un momento en que me muestren la escena que me muestren, acabo por no inmutarme…tal vez si es de algo que ha pasado “cerca” parece que el estomago hace el amago de encogerse pero de verdad que me cuesta cada vez más, que las escenas que veo me sobrecojan.

Si hago un poco recuento de las imágenes tomadas de la realidad puedo recordar a jóvenes incendiando a indigentes en un cajero,  zapatos desperdigados de las victimas de cientos de accidentes de coche,  escenas de guerra, bebes tirados en las carreteras a los que nadie socorre, numerosas imágenes de maltrato animal, un buen numero de escenas de violencia de genero,  vandalismo a discreción en eventos deportivos, atracos, persecuciones, testimonios de personas que lo han perdido todo, catástrofes naturales y un etcétera lamentablemente extenso de malas noticias.
A partir de aquí, a mí me gustaría reflexionar acerca de esto porque hay algo que no me encaja: entiendo que las tecnologías están para que la información sea cada vez más rápida, más exacta y más veraz pero cuando una imagen cruenta la veo cien veces, creo que bajo esta mascara de veracidad se esconde cierto morbo y cierta intención de subida de audiencia y sigo manteniendo que si una noticia me impacta la primera vez que la oigo o que la veo, cuando me la ofrecen veinte veces en todos los canales, la verdad, me suena a ruido de fondo. Y eso no es bueno. No es bueno porque me hago inmune al dolor de los demás y a lo que pasa a mi alrededor. Y luego está el hecho de que la misma imagen según en que medio la vea o la escuche tiene diferentes lecturas y como no he estado allí para contrastarlo  pues no se cual es la versión más objetiva.

Uff, que complicadito es todo…

A lo que vamos: que a mi me cuesta mucho mantenerme informada de otras cosas que no sean  mismas noticias que me ofrecen diariamente los medios y que tienen muy clara su intención de  “modelar” mi pensamiento.

Pero yo lo sigo intentando…y ese intento requiere que diariamente lea los diarios, oiga las noticias, vea los telediarios y me de un paseo por algún que otro medio alternativo, amen de tener que hacer después, crítica de todo y elaborar mis propias composiciones para entender este mundo. Pero esto cansa mucho y me lleva un tiempo que no tengo (porque evidentemente  existen  muchas otras obligaciones cotidianas) así que de momento voy a:

Primero
Ser fiel a dos o tres medios -  los más neutrales y objetivos que encuentre-  para que las mismas noticias no me saturen  y maten mi sensibilidad.

 Segundo
Ser crítica (que no criticona)  y no creerme todo lo que me cuenten…

Y tercero
No olvidar que este mundo de las tecnologías de la información es alucinante y está a mi disposición siempre y cuando yo las utilice a ellas, no ellas a mí.



jueves, 25 de octubre de 2012

Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar...


Juro que no invento. Puedo maquillar más o menos la realidad pero nunca invento. Mis historias  siempre están basadas en pellizcos de realidad. Cuando mi escoba y yo decidimos barrer por los rincones, sabíamos que no sería fácil porque suponía tratar temas incómodos y en muchas ocasiones dolorosos. La entrada de esta semana me ha costado compartirla, pero creo que hay cosas que deben saberse.

Sophia tiene catorce años y es la mayor de cuatro hermanos. Vive con ellos, con su madre, con su padre con su abuelo, con una tía y con un tío. En total son nueve en casa. Sophia cuida de los hermanos y hace las tareas de casa mientras su madre y su tía rebuscan en los contenedores y recogen chatarra.  El absentismo escolar de la niña es elevado y cuando la tutora llama a la madre de la niña, ésta tiene claro que el futuro de Sophia no está en los libros sino entre la chatarra y los contenedores de la basura, igual que el suyo. Cree que estudiar no va a sacar de nada a la niña y que eso “es para los ricos”. La tutora intenta hacerle ver que en este país la educación es obligatoria y gratuita hasta los 16 años y que si esto se incumple, los servicios sociales tienen que intervenir. Entonces Sophia va al colegio durante unas dos semanas y después, vuelta a faltar y vuelta a empezar… 

La última semana que la niña asistió a clase estaba rara, tenía mal color, se mareaba y tenía nauseas. La tutora le preguntó si dormía bien, si comía, si descansaba o si sabía de qué podía venir su malestar. Sophia sabía que podía confiar en su tutora ya que muchas veces habían hablado y además en ocasiones le había prestado dinero para llevar a casa, así que tragándose la pena y la vergüenza la niña le dijo  que alguien en su casa le había forzado y que  se había quedado embarazada.

A partir de aquí los servicios sociales se coordinaron con el colegio y la familia para  asignarle un profesor  a Sophia  y que acabara la ESO  así como una educadora que le preparara para su futura maternidad. No fue fácil ya que la familia seguía sin ver la necesidad de que estudiara o de que se preparara para ser mama. 

Ahora este es el panorama de  la  criatura: 15 años, madre, violada, ama de casa y con una titulación de ESO casi casi regalada.

Creo que es un caso muy complicado de valorar porque influyen muchos factores: la situación económica y  social de la familia, sus marcadores culturales, su manera de ver la vida,  su estilo de vida…

Peeeeeeeeero, a pesar de su cultura, de la circunstancia económica y de todos los factores  externos, internos o de donde procedan, mientras alguien sea menor y no esté preparado ni para decidir ni para defenderse, los adultos no podemos disponer de ellos como nos de la real gana, no podemos abusar de ellos ni laboral ni físicamente,  por favor que parece que estamos locos.

Oye  igual soy rara, si es así  me lo decís, pero  yo pensaba que lo que toca con catorce años es estudiar, compartir tareas de casa pero no cargar con la responsabilidad (y si  tiene que ser así que sea en momentos y temporadas puntuales) salir, conocer gente, divertirse, jugar, si jugar, más o menos  tomarse el pulso y comenzar a dibujar su proyecto vital a la vez que comienza a pensar en las estrategias para ir encaminándose hacia ese futuro, pero claro si los adultos le hemos impuesto su futuro casi desde la cuna, pues apaga y vámonos.


No quiero jugar al victimismo pero comparando las oportunidades  actuales de  Sophia con las del resto de niñas de su edad ¿Qué futuro le espera a esta cría, que oportunidades tiene de desarrollo o de perseguir sus sueños? Que no te pase nada pequeña…


Ah!! ¿y con el listo del violador que  bien sabe que juega con la baza de que ni la niña ni la familia le van a delatar? Pero este otro tema que del que hablaremos en otros post…

En fin que esta vez le quiero dedicar mi post y regalarle una flor a todas las personas que no tienen capacidad de decisión porque otros hemos decidido decidir por ellos…

Un saludo y muchas gracias a todos lo que nos leéis y además, comentáis!!!


martes, 9 de octubre de 2012

Dichoso tu que te quieren


Mi escoba lleva casi un año trabajando en una residencia de mayores, eso a lo que antes se le llamaba geriátrico y “más antes” asilo.  Ya sabéis que mi escoba es muy sensible y en muchas ocasiones no puede evitar “traerse el trabajo a casa”. A veces  hablando de lo humano y lo divino me cuenta muchas cosas de su resi y por eso yo ya sé algo de lo que es la vida en un geriátrico.  Sé, por ejemplo, que la vida allí no es fácil. Cuenta mi escoba que todos y cada uno de los residentes viven esperando. Esperando a que vengan a verles, esperando al fin de semana para salir con su familia, esperando a las vacaciones para que vengan los nietos, esperando a que suene el teléfono para hablar con sus hijos, esperando, esperando… y gestionar la espera no es fácil.

Cuando uno lo ve desde fuera, no puede imaginar lo importante que para los residentes la  visita y la compañía de su familia. A medida que pasa el tiempo sin que nadie les vea sus rostros se vuelven más inexpresivos y sus ojos se pierden más en la distancia.

Mi escoba me contó que cuando la semana pasada Bernardo se despidió de su hija con un gran abrazo y un sonoro beso, éste se dirigió al comedor de la residencia con una gran sonrisa. Fue entonces cuando una de las residentes, Juana, se le acercó y mirándole con una profunda pena, le dijo:
-Dichoso tú que te quieren. A mi hace meses que ninguno de mis hijos viene a verme.
Bernardo sonrió y le contestó:
-Cierto, mis hijos me quieren mucho y vienen a verme casi cada tarde. Seguro que tus hijos también te quieren pero no tendrán tiempo de venir…ya sabes, tendrán que trabajar y cuidar de sus familias.
-Seguramente sea eso, el trabajo, los niños…

Y con paso lento y la mirada  perdida  Juana  buscó la compañía de una de las auxiliares  para ir al comedor. Mi escoba  iba también por el pasillo y cuando llegó a su altura, escuchó como Juana le preguntaba a la auxiliar que le acompañaba:

-¿Tienes hijos?

-Si, contestó la auxiliar. Dos niñas.

-¿Y las ves?

-Claro Juana, las veo todos los días. Son pequeñas y aun viven conmigo.

-Dichosa tú que te quieren. A mi hace meses que ninguno de mis hijos viene a verme…

-La auxiliar acarició con ternura la blanca cabeza de Juana y en voz bajita le dijo: Seguro que tus hijos también te quieren pero no tendrán tiempo de venir…ya sabes, tendrán que trabajar y cuidar de sus familias.

Seguramente sea eso, el trabajo, los niños…Y con paso lento y la mirada  perdida Juana y la auxiliar siguieron caminando hacia el comedor.

Creo que a veces nos falta cierta sensibilidad con las personas que tenemos internas en una residencia o que son mayores y viven solas. Es cierto que a los familiares en muchas ocasiones nos falta tiempo hasta para respirar, pero es que a los residentes lo que les sobra es tiempo, tiempo para esperar… No quiero con esto hacer sentir mal a nadie pero mi escoba me asegura  que cuando llegan las horas de las visitas, las miradas de todos los residentes se clavan en la puerta de entrada…para ver si hoy si, vienen a verles. 


sábado, 22 de septiembre de 2012

Hablemos del cáncer de mama o hablemos del cáncer de mamá


Este mes mi escoba está especialmente triste. Ya sabéis cómo es ella para sus cosas así a que cuando le veo así de seria, le pregunto un par de veces y si no obtengo respuesta espero a que “suelte por esa boca”. Finalmente la semana pasada  soltó:

              -Hablemos del cáncer de mama- me dijo.
              -¿De cuál, del cáncer de mama o del cáncer de mamá?
              -De los dos…

A mi madre le diagnosticaron cáncer de mama hace algo más de un año y desde el principio aceptó bien su enfermedad. Mi madre no es una mujer mayor, es optimista y siempre ha enfrentado las cosas desde la paciencia y la serenidad pero mi escoba no fue capaz de verlo así y mientras mi madre iba a sus grupos de apoyo y se rodeaba de un entorno que le entendía y le arropaba, mi escoba se alejaba de ella como si no entendiera que contraer un cáncer no se puede elegir.
Desde que nos dieron el diagnostico mi escoba nunca ha sido capaz de enfrentar la situación ni de hablar del tema.
Yo entiendo que es muy doloroso que a tu madre le diagnostiquen cáncer. En España se diagnostican 22.000 nuevos canceres de mama al año. La verdad es que es una cifra que jode pero si el cáncer se lo diagnostican a tu  madre, evidentemente, te jode más. Primero porque madre “no hay más que una” y segundo porque en esta vida lo que menos quieres es ver sufrir a los tuyos.  Pero gestionar mal el dolor puede hacer aun más daño al enfermo…
La vida viene como viene y en esto de las enfermedades, tienes las mismas posibilidades que el resto del mundo que te toque. Y eso a mi escoba le cuesta entenderlo.Pero bueno, el que se decidiera a hablar del tema ha sido un gran paso.

 -Yo sé que no he estado  a la altura, sé que no he dado todo lo que debía y que me escondido en mi papel de escoba para no enfrentarme a lo que la situación pedía que era estar ahí acompañando y dando fuerza. Ahora lo sé. Pero ahora no sé si ella querrá  aceptarme.

- ¿Cómo no te va a querer aceptar? Está deseando que estés a su lado y lo necesita tanto…

-¿Cómo lo sabes, te lo ha dicho?

- No  hace falta. Sólo tengo que ver como te mira.

- Me ha hecho falta mucho tiempo para aceptar su enfermedad, tú me entiendes ¿verdad? Yo no tengo un carácter fuerte como vosotros.

- Yo puedo entender tu pena pero entiende tú cómo se queda cuando llega de la quimio y te marchas porque no soportas verla. Entiende cómo sufre cuando en los días en que no se puede levantar,  tú ni te acercas a su habitación.
La que padece la enfermedad es ella y es quien debe hacer el mayor esfuerzo, pero no puede hacerlo sola. Los demás debemos apoyarle y no hacer que, además,  se sienta culpable. Hay momentos en la vida en los que hay que crecer de golpe, aunque sea injusto. Hay momentos en los que no vale el “no puedo enfrentarme a esto”. Somos más fuertes de lo que pensamos aunque el camino para conseguirlo no sea fácil.

Las medicinas no lo curan todo. En los momentos duros de una enfermedad, el acompañamiento, los cuidados y el cariño del entorno alivian tanto como un fármaco ¿Qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo que tú, si todos nos hubiéramos escondido?

No me contestó. Bajo los ojos, lloró y después me abrazó.

-Menos mal que vosotros no habéis hecho lo mismo. Menos mal que habéis estado a su lado. No sé  cómo voy a recuperar todo este tiempo y no se como voy a ganarme de nuevo su confianza.

- No tengas miedo. Ni la enfermedad ni el dolor le han cambiado, bueno algo si. Ahora es mucho más fuerte, más relativa y ve la vida desde una óptica más positiva. Ahora disfruta hasta el último minuto del día y ha decidido ser feliz hasta el final, llegue cuando llegue. Dice que a nuestro lado la felicidad estaba muy cerca pero que antes de la enfermedad, le costaba más verla.

Las últimas revisiones nos han dicho que el cáncer está prácticamente curado. En nuestro país el 80% de los canceres de mama se curan. Afortunadamente el de mi madre también. Reconozco que el camino no ha sido fácil ni para ella ni para nadie pero entre todos lo hemos conseguido.
Hoy, aunque el día oficial del cáncer de mamá es el  19 de octubre, quiero dedicar esta entrada a todas las mujeres que han padecido y padecen este mal. A las que se han curado y a las que no.
Quiero dedicar esta entrada a todas las personas que decidieron no dejarlas solas y “se hicieron fuertes” para 
cuando ellas flaquearan.
Quiero dedicar esta entrada a las muchas personas, asociaciones, colectivos que luchan día a día por combatir la enfermedad,  por sensibilizarnos en la prevención y en la desdramatización de la enfermedad.
Y finalmente, quiero dedicar esta entrada a mi escoba, porque yo sé lo mucho que le ha costado superarse,  hacer las paces con la vida y hacer las paces con ella misma.

Os dejo algunas direcciones de interés, muy  interesantes


Y como creo que el humor es necesario en todas las ocasiones os dejo con una de las chirigotas de Cádiz del carnaval de este año que habla del cáncer de mama. Veréis que cosa más bonita y más respetuosa. Todo un canto a la fuerza y a la valentía. Disfrútenla amigos.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Gracias por elegirme


Cuando compré mi escoba hace ya un año, jamás pensé que íbamos a barrer tanto y tanto rato. Mucho menos podía imaginar que sobrepasaríamos las 10.000 visitas a nuestro blog. 
Para mi es una pasada ver como cada semana estáis ahí.

No quiero pecar de ñoña ni de discurso cursi pero no imagináis lo bueno que es para el alma sentirse “escuchada” (bueno, en este caso “leída”).

Os  quiero dar la gracias a todos y cada uno de los que, en vuestro frenético mundo, me hacéis un hueco en vuestra vida para que reflexionemos juntos.



Vivimos en la era de la comunicación. Las fuentes de información y de opinión jamás habían sido tan accesibles y tan numerosas. Y mi escoba y yo estamos ahí, en mitad de toda esa masa informativa… ¡y nos leéis! Qué pasada.


Esta semana con vuestro permiso quisiera celebrar los 10.000 click que barriendoporlosrincones ha conseguido.  En realidad no sé si esta cifra  para un blog es poca o mucha pero a mi me parece una cantidad más que aceptable para alguien que nunca se planteó escribir y para quien un blog eran muchos folios juntos… (luego ya supe diferenciar entre block y blog)


                                                                              … y como “es de bien nacidos ser agradecidos”  no encuentro mejor manera de daros las gracias que robándole a Los Secretos el título de una  de sus canciones.

Pensándolo mejor, les voy a robar el título y la canción entera. Os paso el video que grabaron hace ya unos añitos (2008) en las Ventas y en el que los rockeros reconoceréis a gente que nos ha hecho dar muchos saltos.
                                                                                                                ¡Gracias por elegirme!





sábado, 8 de septiembre de 2012

Vuelta...de tuerca


Me ha costado horrores volver a escribir y no porque no quisiera, sino porque no encontraba un tema apropiado para esta primera entrada del “nuevo curso”. Lo suyo es hablar de la vuelta (vuelta al trabajo, vuelta al cole, vuelta a la normalidad, vuelta, vuelta...) pero por un lado es de lo que habla todo el mundo y por otro, se me hace raro hablar de vuelta a la normalidad cuando lo que estamos viviendo es una vuelta de tuerca que no tiene nada de normal.  

A modo de ejemplo:

  • No tiene nada de normal tener millones de parados que no pueden volver a su trabajo. (La crisis ha destruido ya 2 millones de puestos).
  • No tiene nada de normal que el  26% de personas de entre 18 y 24 años haya decidido no volver a las aulas. (Y eso que la falta de trabajo ha hecho que muchos se lo piensen y hayan decidido completar sus estudios de ESO).
  • No tiene nada de normal tener a 400.000 familias que no pueden volver a sus casas porque las han desahuciado.  (Sin contar las 360.000 que serán desahuciadas desde el 2012 hasta el 2015).
  • No tiene nada de normal tener a 125.000 empresas que no volverán a abrir sus puertas porque han quebrado o las han embargado. (Ni más ni menos que el 10% del tejido empresarial)
  • No tiene nada de normal tener a  casi un millón de inmigrantes que no pueden volver a la consulta del médico porque les hemos retirado la tarjeta sanitaria. (glup).

Además de otras dos cosas  que se me ocurren:

  • No tiene nada de normal tener a una madre que no va a volver a ver sus hijos porque su padre los ha matado.
  • Y no tiene nada de normal no poder volver a las 181.000 hectáreas de monte que de manera negligente unas y con mala baba otras, nos hemos cargado.




Conclusión: se me hace muy raro hablar de vuelta a la normalidad o simplemente se me hace raro hablar de vuelta porque hay demasiadas personas que no tienen un donde o un a que volver.



Jo, pero  mi escoba y yo no quisiéramos empezar a barrer por los rincones con un enfoque tan negativo así que, ambas dos, vamos a respirar profundamente y vamos a asumir el firme propósito de no dejarnos llevar por esta depresión social y colectiva a la que no le vemos fin y a la que de momento, nadie pone fin.

Creo que cada uno de nosotros tenemos la suficiente fuerza interior como para luchar por nuestra (¿es muy fuerte hablar ya de supervivencia?) bueno pues eso, como luchar por nuestra supervivencia, eso si, sin descuajeringarle la supervivencia al de al lado.

Creo que en estos momentos más que nunca debemos armarnos de fuerza, valentía y solidaridad. Esto me ha quedado un poco católico apostólico y romano, pero independientemente de eso, yo necesito estas tres palabras y todo lo que conllevan como kit de supervivencia para enfrentarme a  esta vuelta de tuerca que estamos “sufriendo”.

Y por hoy ya vale. Ahora os invito ahora que  veáis el extracto de la conferencia, Dinero y conciencia, que Joan Mele dio en las IV jornadas de finanzas de la Universidad de Madrid y que este año abordaron el tema de la banca ética. (Es un gran orador y los mensajes que lanza son claros y muy interesantes).

Feliz semana!!

Ahhhhh y  ya siento no haber puesto la mitad de los acentos pero tengo el virus de la doble tilde.  Sorry.




domingo, 8 de julio de 2012

Final de curso...sin curso


Cada día a las siete y media de la mañana se ha levantado, ha desayunado, se ha ido al instituto y a las cinco de la tarde ha vuelto. Así durante todo el curso. Sin levantar sospechas, sin dejar de “ir a clase” un sólo día. Pero hoy lo han  sabido.  Han sabido que igual que se matriculó en septiembre, se dió de baja en octubre. 

Eso si, tienen  encima de la mesa  un boletín de notas magistralmente falsificado…


La verdad es que sus padres están sin palabras. Cuando le preguntan que por qué lo ha hecho, que por qué ha mentido, él dice que porque sabía que si esta vez no sacaba el curso, sus maletas estaban en la calle.
¿¿y  cómo pensaba sacar el curso sin ir??¿¿además de las notas también iba a falsificar el titulo?? ¿¿……………………??
Cuando le preguntan que a qué se ha dedicado todo este tiempo sólo dice: a buscar trabajo… y cuando le preguntan: ¿dónde? sólo contesta: por ahí.
           Por ahí es demasiado amplio como para hacerse una idea de nada, pero a ver quién es el guapo que le saca más información al prenda.

Su madre me mira y sus ojos están completamente desconcertados porque no sabe qué decir, pero sobre todo, porque no tiene ni idea de qué hacer.
El mendas tiene 23 años en canal y lleva jugando a estudiar (sin acabar nada) y a trabajar (sin cuajar en nada) del pelo de tres /cuatro años.  Eso si, comiendo caliente y durmiendo tapadito en la casa de sus papas.
Ahora que ya se ha descubierto el pastel,  es el momento de tomar una decisión y de hacerse la gran pregunta:

¿Qué hacemos con la criatura, nos la quedamos o somos coherentes con el ultimátum y le invitamos a que se busque la vida por su cuenta? Uffff…

Y aquí se abre el debate en el que todo el mundo sabe lo que hay que hacer y no sólo eso sino que además, todo el mundo  sabe el diagnostico  de esta situación:

  • Unos: esto es porque no le han puesto nunca límites
  • Otros: esto es porque le han puesto demasiados limites
  • Los de la moto: esto es porque no ha habido comunicación familiar
  • Unos que pasaban por allí: esto es porque sus padres son muy hipiees
  • Y otros que llevaban allí un rato: esto es porque el muchacho vino así de fábrica

Pero quien tiene que tomar la decisión de qué hacer con la criaturita son los dos pobres desorientados que desde que el muchacho cumplió los 18 años no saben cómo hacer para que el  adolescente se centre. Y digo adolescente por que con sus 23 años, sigue adoleciendo de madurez, de responsabilidad, de compromiso, de iniciativa y sobre todo, de visión y asunción de lo que es  realidad, de lo que es la vida y de lo que eso supone e implica.

A ver, en esta vida nos guste o no, como no podemos vivir del aire, tenemos que buscarnos una fuente de financiación que nos sufrague la comida, la bebida, la casa, el internet, la fiestas y muchos otros consumos, uno más prescindibles que otros (bueno estos menos prescindibles ya nos hemos ido encargando de convertirlos en imprescindibles) y esa búsqueda de financiación es principio básico de la autonomía de la persona adulta.

Cuando alguien  con 23 años no tiene conciencia del mucho esfuerzo que cuesta conseguir  las cosas, tiene tolerancia cero a la frustración, (señores que nos la tenemos que tragar como ruedas de molino si queremos al final,  llevarnos el gato al agua)  no  acepta otra autoridad que no sea la suya,  el orgullo y la propia identidad prevalece sobre todas las cosas y la humildad es algo que no tiene incluido en el ADN, ese alguien, tiene un problema.  ¿¿alguien conoce al profesional que puede arrojar luz sobre esto?? Absténganse aquellos que recomienden al hermano mayor por favor, que estamos en otro punto…

Dicen que este chico es uno de esos de la generación perdida, esos NINI´s que está tan de moda y que los pobres no son sino víctimas de esta sociedad de consumo y de estos padres para  los que en su casa todo vale y no hay valores y todo es un sin Dios y claro, como van a salir los pobres...

Yo creo ni ninis, ni nonos, creo que la palabra técnicamente hablando es vago, (palabra que todos entendemos y que toda la vida la existido porque lamentablemente resulta que vagos ha habido siempre. Esto de los ninis no es un invento nuevo. Otra cosas es que ahora se lo permitamos porque con tanto proteger y no saber cómo hacerlo mejor, acabamos haciéndolo como el c….(palabra de cuatro letras situada donde la espalda pierde su ilustre nombre)

Y mi escoba y yo que conocemos bien, pero que muy bien a sus padres podemos confirmar que en la casa de este mozo ha habido dialogo, facilidades, límites y normas pero sobre todo, amor y respeto. Evidentemente también  habrá habido errores y fallos ¿tan graves como para llegar a esta situación? No se, igual si, inconscientes en cualquier caso, (lo cual no justifica el resultado). Qué difícil es ser padre y qué difícil es hacerse adulto, la ostia/hostia.

Resumiendo que me alargo demasiado, que casos como este de jóvenes que no saben que van a hacer con su vida y que no aceptan la realidad hay varios muchos…tal vez más de los que nos podemos permitir en una sociedad en la que lo que menos necesitamos son gentes que en lugar de utilizar su juventud para empujar palante,  la utilicen para minar las fuerzas y las ilusiones de los que ya, las van perdiendo y encima, les mantienen.

Oigan, ya siento si he herido alguna susceptibilidad y sé que no se puede generalizar pero concretamente este...así ha sido.

Pues bien este es también para mi, el final del curso. Ahora nos tomaremos un tiempo de relajo hasta septiembre. Mi escoba y yo prometemos volver a barrer por los rincones dentro de unos meses. 

 buen verano a todos/as/es!