martes, 4 de octubre de 2011

Ni objetivos del milenio, ni protocolo de Kioto.

Desde el atril me mira y sonríe nerviosa. Yo sé que tiene miedo por eso le prometí que me sentaría en la primera fila. Casi puedo escuchar el latido acelerado de su corazón.

Se acerca al micrófono y lo toca toc-toc. El volumen funciona perfecto. Levanta la vista y observa a su público.

Han venido todos. Los 191 representantes de los 191 países que firmaron los objetivos del milenio están sentados esperando a que comience el discurso.

Desde mi asiento le lanzo una última mirada de complicidad.  Ella respira hondo y con voz nerviosa pero firme, mi escoba empieza a  hablar:

“Estimados señores gobernantes: en primer lugar quiero comunicarles que agradezco mucho su asistencia. Es un honor para mí y una gran responsabilidad dirigirme a señores que a pesar de sus apretadísimas agendas han podido hacer un hueco para reunirse a escuchar lo hoy les tengo que decir. Dice mucho de sus buenas intenciones.

Y ahora sin más dilación, comienzo mi discurso: En el año 2000 ustedes se reunieron en la sede de la ONU en los EEUU para firmar los objetivos del milenio.
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal
Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
Objetivo 4: Reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años
Objetivo 5: Mejorar la salud materna
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
Objetivo 8: fomentar una alianza mundial para el desarrollo

Señores gobernantes, hasta yo, que soy una escoba sé que los reyes magos son los padres.
(Me mira y se le escapa una sonrisita. Cuando le sale la vena traviesa, le sale. Esto habíamos dicho que no era para decirlo en un discurso pero como la niña cuando quiere va por libre…)
Yo soy una escoba y no pude ir a la escuela, por eso no sé muchas cosas pero lo que si sé, es que no puedo prometer que voy a barrer una plaza entera si yo sé bien que no voy a poder barrerla.

Por eso, me extraña tanto que a personas como ustedes que representan a países enteros no les enseñaran en sus colegios que no se puede prometer lo que no se puede cumplir y que no se lo enseñaran a ninguno porque los objetivos ¡los firmaron todos!

Yo de verdad creo que las intenciones de todos ustedes eran inmejorables pero también tengo la firme convicción de que antes de actuar hay que pensar, más aun, cuando la actuación va a tener repercusión mundial y va a influir en temas tan importantes como  la raya que separa la vida de la muerte, la pobreza de la riqueza, la cultura de la ignorancia o la salud de la enfermedad, por ejemplo.

Creo que hay que pensar en términos de si se puede o no se puede, si de verdad se quiere o no se quiere, qué posibilidades de éxito se pueden tener, qué riesgos se corren y cómo se pueden minimizar, qué explicaciones vamos a dar si fallamos, cuánto podemos hacer el ridículo (de nuevo me mira, pero esta vez no se ríe) tanto los que firmamos, como los países a los  que representamos…

Ahora todo el mundo argumenta que con la crisis mundial es muy difícil cumplir los compromisos adquiridos pero, señores gobernantes, cuando ustedes se reunieron en 2005  para hacer una primera valoración de los objetivos (aun no habíamos entrado en crisis) ya había desfase en los objetivos marcados.

 Se anunciaba que, por ejemplo, hasta el 2150 no se podría erradicar el hambre en el mundo.  Las valoraciones sobre el resto de objetivos no eran mucho más esperanzadoras…
Evidentemente a día de hoy, sumidos en plena crisis mundial, esta claro que no hay resultados favorables, pero esto ya no nos sorprende.

Señores gobernantes, yo les he reunido hoy aquí para decirles que creo que hay que ser muy prudentes a la hora de utilizar términos tan categóricos como “erradicar, lograr o garantizar” que suenan muy bien pero que a día de hoy son prácticamente inalcanzables en según qué contextos. Y que deben ser muy serios, rigurosos y respetuosos con las iniciativas que emprendan porque es su responsabilidad finalizarlas con éxito … ¿De verdad creyeron que podrían erradicar el hambre en el mundo para el 2015? (se queda callada, mira a los asistentes y hace una mueca como de sorpresa, pero ya no me mira, está muy segura de lo que está diciendo)

Decía un señor que revolucionó a muchos que “había que graduar la utopía” aun en tiempos de bonanza (esto ultimo no es del señor Max, es mío).

Y ya para acabar, quiero agradecer los esfuerzos que ustedes llevan haciendo durante estos 11 años y los posibles logros que hayan conseguido. Igual cuando acabe la crisis los vemos más claros.

 Ahora si me lo permiten, les voy a pedir que abandonen la sala porque tengo que recibir a los firmantes del protocolo de Kioto a quienes también he convocado hoy para, desde la humildad,  comentarles un par de cositas que  tienen pendientes con el planeta y el medioambiente…

La veo tan segura que salgo de la sala para poder despedirme hasta la semana que viene e invitaros a visitar y participar en esta iniciativa  http://www.1billionhungry.org/  que me parece que es de lo más atractiva e interesante. os dejo este otro enlace par que podáis ver el vídeo  subtitulado http://www.youtube.com/watch?v=KX4UaUO0Ezo&feature=relmfu

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